Uno de los elementos imprescindibles para la seguridad activa
y pasiva del vehículo son las llamadas lunas, o cristales que aíslan a los
ocupantes del exterior. A un nivel de seguridad activa, las lunas evitan que
elementos como el viento, el agua, un insecto o la proyección de gravilla nos
afecten de forma negativa a la conducción.
En la seguridad pasiva en cambio, su papel en este sentido es
doble. De un lado, el parabrisas y la luneta forman parte de la estructura del
habitáculo, de forma que las lunas colaboran al evitar aplastamientos en un
vuelco. Del otro, la composición de los cristales es en sí un factor de
seguridad pasiva, de manera que al romperse ocasionen los menores daños
posibles a los ocupantes del vehículo.
Por ello, hay dos tipos de lunas para que, en caso de
romperse, las personas que están dentro del vehículo no sufran daños:
- LUNAS DE VIDRIO TEMPLADO:
Suelen estar
compuestas de una única capa de unos 5 mm de espesor que se consigue mediante
un proceso de endurecido térmico a unos 600 °C. Tienen una alta resistencia a
los impactos, pero al romperse lo hacen en muchos fragmentos, reduciendo
notablemente la visibilidad. Normalmente este tipo de lunas se utiliza en las
puertas y no como parabrisas para que en caso de accidente si las puertas no se
pueden abrir, los ocupantes del vehículo pueden romper estos cristales y salir
por ahí.
- ·
LUNAS DE
VIDRIO LAMINADO:
Están formadas por dos capas o láminas de cristal
unidas por una lámina de plástico especial. Tienen mayor flexibilidad que las
de vidrio templado, por lo que no se fragmentan con tanta facilidad al
romperse. Suelen utilizarse en los parabrisas de los coches porque en caso de
accidente el parabrisas si se rompe no se despedazará. Además, el parabrisas
nos protege de fuertes vientos, insectos… así que el parabrisas debe ser
bastante resistente.
TIPOS DE ROTURAS EN LUNAS LAMINADAS:
A diferencia de las lunas templadas, el cristal
laminado no se fragmenta en pequeñas partículas, sino que solamente se rompe la
zona afectada por el impacto. Estas roturas se pueden clasificar en los
siguientes tipos:
Ø Ojo de buey: Son roturas en la superficie
exterior del parabrisas; alcanzan sólo hasta la lámina de plástico. La rotura
del cristal tiene forma cónica, con el vértice en la superficie del cristal y
la base en la capa de plástico. Suele ser producida por el impacto de una
piedra.
Ø Estrella: Presentan
un punto de impacto, del que parten fisuras radiales.
Ø Margarita:
La rotura del cristal tiene forma similar a una margarita, con los bordes
asemejando pétalos. Suele ser producida por una pequeña piedra.
Ø Media luna: Los daños son producidos por
objetos muy pequeños, que chocan a gran velocidad contra el parabrisas. Son
pequeños y presentan un minúsculo hoyo en su centro.
Ø Combinada:
Combina el impacto característico del tipo ojo de buey o margarita, con las
fisuras radiales de las estrellas.
Ø Fisuras: Se pueden
originar por un impacto o por tensiones en la luna. Si no se detienen, pueden
aumentar su tamaño. Para la reparación
de este tipo de daños, serán necesarias unas herramientas específicas, ya que
se trata de un trabajo muy meticuloso.
Son lunas de color más oscuro y que tienen la
capacidad de absorber energía solar, con lo que consiguen reducir la carga
térmica en el interior del habitáculo y evitan destellos. Este tipo de lunas
están prohibidas en parabrisas, en las ventanas de conductor y en las del
copiloto. Otra característica es que es más difícil ver desde fuera que hay
dentro de él. De esta forma también se pueden prevenir robos.
Este tipo de lunas tienen diferentes grados de
tintado. Como se puede apreciar en la siguiente imagen, cuanto menos
porcentaje, mas oscura es la luna.
DIFERENCIAS ENTRE TINTADO Y LAMINADO
La
diferencia principal entre tintar y laminar es que el primero va de serie más o
menos coloreadas al comprar el coche en el concesionario, mientras que el
laminado es el proceso de aplicación de la capa acrílica por un lado y la capa
adhesiva con el protector por el otro.
El tintado
o laminado de los cristales del coche es una sencilla técnica de aplicación de
una lámina plástica de poliéster que puede ser de una gran variedad de colores
y opacidad, sobre las luna trasera y laterales del coche. En el proceso de
aplicación se usan diferentes herramientas de alisado y amoldamiento, con un
jabón especial, ajustado a la forma y curvatura del cristal. Normalmente el
proceso no es superior a las dos horas de duración y en muchos casos no
requiere del desmontado del cristal.
La lámina solar termo retráctil se coloca sobre
la misma luna adherida a su parte interior, y la realización del proceso no
implica tampoco cambios de motor o chasis, ya que es rápido y sencillo de
realizar. Es importante tener un objetivo claro para el oscurecimiento, tener
en cuenta el tipo de coche al que se lo vamos a aplicar y buscar un taller en
el que se nos ofrezca un tintado de calidad, para evitar las típicas burbujas
entre el plástico y el cristal, que se ralle, despegue o decolore con el
tiempo.
Tipos de láminas:
·
Láminas tintadas: son las más comunes y elegantes,
aportan privacidad y protección solar. Disponemos de una gran variedad de
colores, especial para furgonetas de transporte de mercancías y rondan entre
los 10 y 30 euros el metro.
·
Láminas precortadas: muchos talleres ofrecen kits
confeccionados según la marca y modelo del coche. Es muy útil por su sencilla y
instalación, no hay margen para cortes imprecisos, se ahorra tiempo y dinero y,
además, no se desperdicia material.
·
Carbono o Car Wrapping: es un tipo de forrado mate o
brillante que suele colocarse en diferentes partes de la carrocería del coche
como decoración imitando el efecto carbono. Puede usarse también para la
tapicería interior.
·
Láminas de protección de pintura: protege frente a
arañazos en carrocería, ventanas y faros.
-
LUNAS DE
VIDRIO ELECTROCRÓMICO:
El vidrio usado en este tipo de lunas posee la
capacidad de oscurecerse o aclararse en función de la incidencia de los rayos
solares. En este caso, la luna al recibir rayos solares se oscurecerá. En caso
de que el día este nublado o sea de noche, el cristal se aclarará. También permiten
el control de la luz a los pasajeros ya que las condiciones climatológicas no
son las únicas que pueden dañar la visión del conductor. Las condiciones de la
carretera también son importantes.
-
LUNAS DE
VIDRIO ATERMICO:
Regulan la temperatura interior del vehículo mediante
la absorción de energía solar. Mejoran el confort en el interior del coche y
repercuten en un menor uso de la climatización, reduciendo así el consumo.
Tener hielo, escarcha o vaho en las lunas pueden ser
causantes de muchos accidentes. Se propagan cuando la temperatura de la calle
es bastante baja o cuando la temperatura de fuera y de dentro del vehículo es
considerablemente diferente. Estos tipos
de lunas son cristales calefactables que se conectan al sistema eléctrico del
vehículo y su principal ventaja es su capacidad para eliminarlo únicamente
calentando el cristal.
Estas son algunas de las lunas más comunes, aunque hay muchos
otros tipos: para head-up display, con antenas integradas, antirreflejos, con
diferentes propiedades acústicas, etc.
Espero que os haya resultado interesante.
Un saludo
Unai Puente